Jean Lacoste, estaba sentado al aire libre con la vista del hermoso viñedo de St Marianne. Vestía su lujoso armani azul. Aquel intenso color se podía notar incluso en su cara limpia y rasurada.
El camarero acertó en su paladar cuando le ofrecio el vino más fino de la cosecha. Lacoste agitando la copa entre sus dedos, observó al hombre que esperaba.
Llevaba un sombrero negro con alas, al estilo vaquero. Un barba que variaba del blanco al gris, que calzaba perfecto en su cara diamante. Anteojos color sepia, jeans y camisa negra que lo hacia confundir con una sombra.
Se sentó sin saludar y Lacoste habló:
- El pájaro supongo no?
El hombre sin quitarse su sombrero, contesto con una voz áspera comida por la cantidad de puros que fumaba al día.
- Así es . Y déjeme decirle mousieur Lacoste, no soy de mostrarme mucho en el día. No quiero que quede rastro fotográfico de mi en su memoria.
Lacoste tomando un trago de su copa contestó:
-No quedará nada. Mientras cumpla su parte.
El pájaro... ¿que decir de él?. Es alguien que simplemente cumple y promete todo. Es fiel a sus palabras. No deja rastro y no cobra sus servicios.
Pero todo eso tiene una condición. Lo ves una unica vez y nunca más.
El pájaro contestó al mismo tiempo que encendió un puro:
-Quisiera saber un poco más de este señor La Rochelle.
Lacoste le contestó:
-La Rochelle. Es un escritor muy famoso aqui en Francia tanto como yo, eso debe ser información básica para usted.
Escribió grandes novelas. Mucho prestigio y premios por doquier. Fue mi mentor a quien le debo mucho, porque creyó en mi talento con las palabras...
El pajaro lanzando un aro de humo al aire interrumpio:
-Mucho halago de su parte hacia el para querer hacerle un mal como me pide. Aunque le debo decir irónicamente que llegó un poco tarde. La Rochelle murió hace un par de meses.
Por eso no le comprendo que necesita que haga.
Lacoste tomó lo que le restaba de su copa de vino y contesto observando el viñedo:
-"La cosecha", es una de sus ultimas novelas. Refleja la parte cruda de los que trabajan en un viñedo y viven de esto (agito la botella de vino). La Rochelle a pesar de la desventaja de haber muerto, dejó este último libro en su voluntad para ser publicado en un par de días. Lo se,porque me lo mostró ni bien lo había terminado.
Y debo decirle que fue una frustración para mi ver ese libro. "La cosecha" fue un borrador mio de hace unos años. No podía creer que ese viejo me haya robado mi idea, con todo lo que lo admiraba. Sólo quería arrancarle ese libro de las manos, pero lo metió en su caja fuerte.( Lacoste temblaba su mano derecha , y tomo la botella de vino para servirse en su copa mientras seguía hablando).
Al día siguiente el viejo muere de un paró cardíaco y no podía entrar así como así a su casa por el libro.
Por eso necesito que valla a su casa, tome el libro y lo queme. Muy simple. Sin heridos . Nadie se enterará.
El pájaro se quedo mirando a Lacoste e hizo una pausa dando otra bocanada al puro. Luego contestó:
-Lo siento señor Lacoste. No podré hacer lo que me pide. No puedo quemar un libro. Las palabras son sagradas para mi. Soy fiel y amante a ellas. Por más que le haya robado su idea, las palabras no tienen dueño. Esto es algo que no puedo hacer.
Jean Lacoste se quedo mirando fijo como cazador a una presa hacia el pájaro. Y con la mirada fija contestó:
-Me importa poco su fidelidad a las palabras. Hoy cualquiera se cree escritor. Robando ideas cualquiera tiene éxito. Me encargaré yo mismo no me importa arriesgarme. ¡"La cosecha" es mía!
El pájaro se levantó de su silla y aplastó el puro en el cenicero cercano. Miró a lacoste y le dijo:
- Me temo que no va a poder hacerlo. Au revoir señor lacoste. Disfrute el vino.
El pajaro se fue alejando a través del viñedo dejando a un colérico Jean Lacoste en su silla lamentando haber perdido el tiempo con el pájaro.
Tomó su copa y dio un largo sorbo a ese excelente vino que le ofreció el camarero.
De pronto sintió calor en la garganta. Empezó a agitarse y a nublarsele la vista. El pájaro...
Se levantó desajustandose la corbata con movimientos torpes hasta que se desplomo en el suelo y largo su último suspiro hasta que murió.
Familiares de La Rochelle publicaron su última obra maestra "La cosecha" tal cuál se encontraba escrita con una dedicatoria particular :
"Para mi aprendiz Jean. Este es tu borrador hecho realidad. Gracias por enseñar a este maestro a valorar las palabras. Aqui están las tuyas editadas por alguien que te amara siempre".
Visitas
lunes
viernes
Apunte de lingüística.
Existe un yo que quiere irse de esta clase
Irse es desaparecer de aqui.
Desaparecer es no existir.
No existir es la nada.
De la nada , nada surge.
De ahí surge una cosa.
La cosa tiene una forma determinada.
Esa forma tiene un significado.
Ese significado tiene un sonido.
Ese sonido da una palabra.
La palabra es yo.
Existe un yo que quiere irse de esta clase...
Irse es desaparecer de aqui.
Desaparecer es no existir.
No existir es la nada.
De la nada , nada surge.
De ahí surge una cosa.
La cosa tiene una forma determinada.
Esa forma tiene un significado.
Ese significado tiene un sonido.
Ese sonido da una palabra.
La palabra es yo.
Existe un yo que quiere irse de esta clase...
sábado
El imperdonable
Para aquellos que quieren pedirse perdón.
Era un lunes rutinario y molesto para
cualquier persona, excepto para mí. Un extraño, pero interesante mail, me llevó
a una cita en el famoso café Tortoni de Avenida de mayo.
El mail decía lo siguiente: "Buenas
tardes señor De Baard. Se que es una persona muy ocupada, pero tengo una
historia que es digna de ser escrita por usted. Esta historia, que he vivido en
primera persona, me ha dado el nombre de "El imperdonable".
Si he despertado su interés, véame en el
café Tortoni de Avenida de mayo a las 10 am en punto.
Pd: Lleve todo lo necesario para escribir.
Y un poco tabaco si tiene.
Gracias. El imperdonable."
Reconozco que he hecho cada locura para
escribir un buen éxito. Así que, esta cita en el café era poco comparado a mis
anteriores hazañas para escribir una buena historia.
Ese lunes fui al café Tortoni. Antes pase
por una tabaquería y compré un poco de para mi extraño entrevistado.
A las 10 en punto, estaba entrando al café. Allí localice a un
hombre de unos 30, con una barba prominente ocupando todo el largo del cuello.
Y lo que lo identificó como "el imperdonable", fue la pipa vacía en
sus labios de la que no salía ni una estela de humo. Por lo que, seguro estaba
esperando su tabaco.
Me senté y había una joven moza que observó mi movimiento. Se acercó,
y yo le pedí un cortado. El imperdonable tenía una lágrima sin tocar.
Cuando la moza se retiró, el imperdonable
sacó su pipa de la boca y dijo:
-Señor De Baard. Tan puntual como un reloj
suizo (se río).
-Veo que me esperó para beber conmigo.
(Señalé el café).
-Estoy ahogado de lágrimas en mi vida. La
pedí para consumir lo mínimo para sentarme aquí. Veo que se arriesgo a venir.
-Tengo problemas de inspiración. Me he
arriesgado en ocasiones más extrañas. Así que... vayamos al grano. Me gustan
las cosas sencillas. Por eso, sabrá que me dedico a cuentos cortos. ¿Por que se
hace llamar el imperdonable?
-¿ Trajo lo que le pedí? (Me señalo su
pipa).
Saque el paquete de tabaco y se lo di.
Mientras armaba su pipa para fumar, la joven moza trajo mi café. Yo saqué mi
lápiz y cuaderno, intuyendo que el relato del imperdonable comenzaría. Y así
fue...
-(Encendió su pipa con un encendedor de
plata, y dio una pequeña pitada). Una mujer como esa moza estuvo en mi vida.
Joven...llena de sueños. Y yo me pegue a sus sueños, como un caramelo duro en
los dientes. (Me imaginé una persona esforzándose para sacarse un caramelo
incrustado en los dientes). Era puro amor. Nos llevábamos 3 años. Pero estábamos
en un mismo nivel de madurez.
(Dio otra pitada a la pipa). Mi vida se
esforzaba en complementarse a ella. Pero un día comenzó a alejarse. Es como
pisar mal en el piso sin darte cuenta, un tropiezo inesperado que te deja mal
parado.
En ese momento, entre en un trance. Me
dediqué meses a intentar recuperarla. Le llamé la atención de miles de maneras:
le compré flores, le escribí cartas, le dedique canciones. Arriesgue mi vida
para que ella me de un poco de su amor. Pero todo eso me ha llevado a ser un
imperdonable.
(Tomó un largo trago a su lágrima y se
quedó mirando la ventana, con una expresión que detecta que una persona esta
evitando llorar).
Esperé un momento a que siguiera su
relato, pero se quedó en silencio. En ese momento hablé.
-No lo comprendo señor.
El hombre me miró tapándose los ojos entre
el humo de su pipa y contestó:
-Tiene su historia señor De Baard. A todos
nos gusta sufrir por amor. Es como el vicio de la bebida. Uno con el tiempo, se
deja de querer. Es imperdonable haberme abandonado. Aún no puedo perdonarme, espero
no haberle quitado su tiempo.
El hombre tiro unos billetes en la mesa y
se fue, tirando humo por su pipa con la mirada baja.
Agregados:
Ese mismo lunes por la noche, terminé la
historia. Las historias de amor tienen éxito. Pero mucho más las tienen las de sufrimiento
por amor.
La historia no tuvo éxito. ¿Saben porque? Porque le agregue un
final feliz.
Espero que el imperdonable pueda volver a
quererse.
Espero que la gente pueda aprender a
querer.
Y espero que tengas un final feliz en tu
vida.
viernes
Los árboles protectores
Para que superes todo.
Es un día de primavera, con el sol atravesando su luz por las copas de los árboles como en una ventana. Belén esta sentada en un banco dentro del jardín botánico. Tiene puesto un vestido corto azul marino con lunares blancos que deja ver su piel morena. Pelo azabache corto por el cuello y un flequillo simétrico que deja ver unos lindos ojos café.
Está con un bastidor mediano y acrílicos de varios tonos verdes. Cada pincelada que hace, la produce la paz que le inspiran esos arboles protectores.
Belén no lo sabe, porque esta concentrada en su paisaje. Pero a su derecha a unos cuantos metros, esta su reciente ex con chica. Mientras pintaba, se giro a su derecha para tomar un acrílico y allí los vio en su arrumaco.
Belén largó una lágrima sobre su pintura y estiró el color que pasó de paz a una angustia incontenible.
Trató de recomponerse y cerró los ojos para esperar sentir esa protección que los árboles le daban sin pedir nada a cambio. Dar sin ningún motivo.
Siguió pintando evitando girar a su derecha, y debido a esa restricción propia, uno de sus acrílicos se le cayó al suelo.
Un hombre de unos 50 , con anteojos de sol color sepia y sombrero de gamuza negro, siente como lo toca un objeto en sus zapatos negros. Lo levanta, y observa a la joven belén que lo mira. Y en ese instante escucha su voz.
- Disculpe señor.
El hombre le da el acrílico y responde amable:
-No hay problema. (Observa la pintura). Tiene talento señorita. Siga por ese camino.
Belén se sonroja. Es el primer cumplido que recibe de alguién por su pintura. Le responde:
-Gracias señor.
El hombre saluda con el sombrero a la joven y le dice:
-Buenos días.
Belén observa alejarse al hombre a paso lento, ya que no precisa más a su edad ir a prisa a algún lugar. Se queda pensativa sobre el halago del hombre. Su talento no viene de niñez. No tuvo un amor hacia la pintura, hasta que su ex la dejó. Eso fue hace ya 5 meses. Belén iba al jardín botánico a lograr un momento de tranquilidad después de una ruptura que había durado 2 años. Los árboles, que la protegieron de su soledad en todos esos meses, también la inspiraron.
Empezó dibujando a lápiz todo lo que había en el jardín botánico. Las flores,las fuentes prominentes de agua, y a sus árboles protectores. Y hace unos pocos meses, se motivo a darle color y vida a esos árboles. Con el tiempo el dolor de su ex quedó esparcido en colores.
Sino fuera por su ex, belén no hubiera descubierto este nuevo talento. Las personas cierran puertas si... pero también abren nuevas.
En ese momento de reflexión, observó como había terminado su pintura y le surgió una sonrisa espontánea. Se giro a su derecha y observó que su ex seguía en su intimidad con su nueva chica. Se quedó mirándolo y voz baja belén dijo:
-Gracias por hacerme crecer.
Última nota
Belén se cambio de carrera siguiendo su sueño de ser artista.
Unos años más tarde. Con lágrimas de felicidad, presentó sus primeras pinturas en un museo. Allí conoció a alguien que le abrió una nueva puerta... el amor.
Belén sigue yendo al jardín botánico para inspirarse. Algunos pueden verla diambulando con sus bastidores, mirando siempre hacia arriba. A sus protectores.
jueves
Recuerdame
Dedicatoria : Siempre te quiero Nicole.
Loraine Lewis esta en su etapa de mayor felicidad a
los 26. Aunque esta mañana, su notable tensión no es solo por las contracciones de la futura
niña sin nombre. Porque por suerte, si se ponía grave ya se encontraba en el
hospital.
Pero no estaba allí por su embarazo de 7 meses. El
doctor Cameron, esta examinando del otro lado de la sala a su esposo Joe Lewis,
brillante escritor y futuro padre…
Joe y Loraine se conocieron en la biblioteca de la universidad de Texas. Joe estudiaba literatura como Loraine. Y un día se encontraron allí buscando el mismo libro para su examen.
Joe se enamoro al instante con el famoso “amor a
primera vista”. Loraine, se mostro indiferente ya que no se enamoraba con
facilidad de alguien. Se concentraba mucho en el estudio, lo que hizo que se
olvidara de esos placeres del amor. Joe se mostro cordial y le dio el libro a
Loraine, el le dijo que buscaría uno parecido a ese para ver si ella mordía el
anzuelo y lo invitaba a compartirlo juntos. Loraine, impulsada tal vez por ese
momento de encontronazo que tuvieron ambos cuando agarraron el libro, le dijo a
Joe que lo compartieran juntos.
Joe era un tejano más en la típica Texas. Barba
prominente, un sombrero negro, una camisa roja leñadora. Pantalones negros, un
cinturón con hebilla de plata, y era el único estudiante que llevaba botas con
esas ruidosas espuelas. Si se escuchaban espuelas en la universidad. Era lógico
pensar que era Joe.
Loraine por más de que era de pura familia tejana,
no le llamaban mucho la atención los vaqueros. Ella vestía muy simple aunque contara
con un cuerpo voluptuoso e envidiable por el resto de las mujeres. Contaba con
una infinidad de vestidos de diferentes colores para cada día de la semana. Con
o sin flores y algunos a lunares. Se podía envidiar a Loraine de muchas maneras
además de su cuerpo. Su sonrisa pequeña pero tierna. Sus ojos café y su pelo
castaño por los hombros que le daban un complemento perfecto.
No se necesitaba mucha lógica, para observar como
Joe intentaba conocer más a Loraine en lo que fueron esas 2 horas de estar con
ella leyendo el libro juntos. Loraine decidió que estaba cansada y que debía
irse. Joe le dejo su teléfono por si Loraine necesitaba una ayuda de último
momento para el examen. Luego de eso, hizo un saludo con su sombrero a ella y
se fue haciendo ruido con las espuelas, siendo chitado por todos los
estudiantes que leían tranquilos. Loraine soltó una pequeña risa ante aquello,
y reconoció el carisma y el respeto que tenia Joe sin haberse lanzado de
primeras a ella.
...El doctor Cameron, salió de la sala hacia Loraine
con una expresión de mucha confusión. Rascándose la cabeza con una mano y con
la mirada perdida. Llego a Loraine para comunicarle el diagnostico.
-Mire señora Lewis. Esto es un poco complejo. Será
mejor que se siente y lo tome con calma.
Loraine se sentó e intento asimilar cada palabra del
doctor que dijo a continuación.
-Señora Lewis. Su esposo no sabe nada de su
presente. No sabe que tiene una esposa o un bebe en camino. Pero sabe
perfectamente de su existencia y de su vida en el pasado.
Lo extraño es que solo recuerda cosas del pasado
entre usted y el… pero no del presente. No recuerda a sus amigos o familia en
el pasado. Solo a usted y eso es lo raro de este asunto. Pero no puede asociar
a esa mujer del pasado a la mujer que es usted en el presente.
Llamaré a varios neurólogos y psicólogos porque esto
va más allá de mi capacidad como medico. Podría ser amnesia, pero no estoy
seguro de aquello. Las funciones básicas, como comer e ir al baño aun las
recuerda aunque le surgen dudas al momento de cómo se hacen. Le reitero
paciencia. Y le sugiero que vuelva a su casa. Yo la llamaré. Necesita estar
tranquila. Por el bien de su bebé. Le tendré noticias esta tarde.
Loraine, se quedo petrificada. Pero intento que la
angustia no se apoderara de ella. Por el bien de la bebe. En un impulso abrazo
al doctor y le dijo:
-Gracias doctor. Solo quiero que todo esto tenga una
explicación. Solo quedan 3 meses para este bebé. Y no se como podré asimilar
que el no sepa que será padre.
El llanto de la futura madre se hizo presente. Es
extraño que lo que sale planeado, no lo recordamos tanto como lo sorpresivo. ¿
Porque nos marcará más lo inesperado?
El doctor calmándola con una mano en su hombro:
-Tranquila. Es bueno que el la recuerde en su
pasado. Solo debemos encontrar el porque. Y lograr la conexión con usted en el
presente. La llamaré esta tarde.
…Loraine llamó sorpresivamente a Joe esa misma noche
a las 3 am. No solo para pedirle ayuda para el examen. Sino que Loraine recordó
esa cordialidad de Joe que le atrajo. ¿Era posible que a ella le atrajera por
primera vez un vaquero?
Joe, dormía placido en su litera y su celular sonó
estrepitoso con su vibración en la mesa. Joe lo tomo y atendió. La voz dulce
con un tono tejano a propósito de Loraine apareció:
-Buenas noches cowboy. ¿Estas despierto?
-Loraine. (Voz dormida). Claro, si. (Bostezo). Justo
me estaba agarrando sueño. ¿Qué necesitas?
-Bueno dijiste que si necesitaba ayuda te la
pidiera. Soy un poco ansiosa, pero tenía que decírtelo ahora. ¿Podremos reunirnos
en la biblioteca hoy a las 10am te parece?
Joe sentía su corazón palpitar. Hace mucho no tenia
una cita… una cita de estudio, pero para el, una cita. Es interesante, como una
persona que recién estas conociendo y te gusta, te acelera el corazón como el
de un hámster con la más simple muestra de acercamiento.
Joe contesto, mostrándose indiferente pero con una
sonrisa del lado del tubo:
-Claro Loraine. A las 10 estaré ahí. Con un par de
cafés para aguantar el frio de la mañana. ¡YIJAAA! (Menos mal que Joe se
encontraba solo en su habitación para hacer ese ruido).
Loraine reía del otro lado del tubo. Ella sabia que
ya había captado su atención.
-De acuerdo cowboy. Veremos que tan amante de la
literatura eres. Porque te pondré a prueba.
…Loraine descansaba en su casa en la que vivía con
Joe en Dallas. Estaba en su sillón con un libro, que la ayudaba a calmar sus
nervios y los que podrían afectar al bebé. Ya eran las 6 pm sin noticias del
doctor Cameron.
Pero intentaba mantener la calma como dijo el
doctor, por el bien del bebé. Hace unas horas atrás, cerca de las 5 am, Joe se
despertaba asustado en la cama con Loraine. No sabia quien era esa mujer que la
acompañaba, ni quien era el, ni donde estaba.
Se fue corriendo de la habitación, y resbalo por la
fuerza con la alfombra del pasillo.
Loraine asustada empezó a sentirse mal. Joe
se levanto y escucho los quejidos agónicos de Loraine. Volvió a la habitación
con mucha desconfianza preguntando que le pasaba a Loraine.
Ella sobre la cama adolorida. Le dijo a Joe de una
manera que ella aborreció porque nunca había tratado a su esposo tan fríamente:
-Por favor. Estoy embarazada y me estoy sintiendo
mal. Llamé a una ambulancia. Allí ahí un teléfono. 911.
Joe tomo el teléfono. E intento recordar como marcar
los números. Le pasó el teléfono a Loraine asustado y ella continuo la
conversación con el 911.
Todo aquello Loraine intento olvidarlo, como quien
hace borrón y cuenta nueva. De pronto sonó su celular y atendió. El doctor
Cameron hizo presencia con las noticias sin vueltas.
-Señora Lewis. (Una pausa). Hemos estado aquí con
los especialistas. Joe no se recupera ni empeora. Esta como ha entrado esta
mañana. No podemos diagnosticar lo que tiene. Es un caso extraño y dudoso.
Lo lamento mucho. Pero estaremos encima de Joe con
otras pruebas. Mañana si quiere puede verlo por la mañana pero tendrá que
entrar conmigo. Tal vez si ejercitamos de a poco su memoria podrá volver. Pero
tendremos que hacerlo con cautela. Mañana le sugeriré mi plan.
En cuanto hoy le pido llamar algún familiar o amigo
para pasar esta noche en su casa sola. Sino le enviare a un enfermero a
domicilio es lo menos que puedo hacer señora.
Loraine no pudo evitar romper en llanto. Pero
siempre pensando en el bebe. Intento recuperar la compostura. Sentía una
separación forzada que no era por falta de amor. Sino que Joe la olvido en el
ahora.
Como poder lidiar con alguien que te olvido ahora,
pero te recuerda en el pasado. Es un vaso medio lleno pero que no quieres tomar
de todos modos. Es ahí donde realmente te importa el hoy más que el ayer.
Contesto con calma al doctor:
-Gracias doctor. Mañana a las 10 am estaré allí.
Llamaré a mi mamá. Gracias de nuevo por sus enormes esfuerzos.
Loraine, pasó la noche con su madre quien intento
calmarla de toda esta situación que solo en un sueño podría ser tan realista...
Última información:
Joe Lewis, sufre un extraño caso calificado por los médicos
como amnesia parcial. Hoy en día, sigue sin poder conectar sus recuerdos en el pasado con su
presente. Pasa sus días en el hospital
bajo cuidado especial...
Loraine Lewis tuvo a su bebé. La llamo Emma Lewis.
Hoy en día, Emma tiene 20 años. Y va cada mes con su madre a visitar a su
padre Joe.
Los doctores aseguran que Joe no tiene una cura.
Pero, por suerte tampoco ha empeorado su amnesia. Como no puede establecer un
recuerdo nuevo en el presente, para lograr el acercamiento con el sin afectar
su estado Loraine se hace llamar Marianne, una amiga de Loraine. Y Emma es su hija. Cada mes que van se
presentan de esta manera.
Joe agradece siempre la compañía de “Marianne” y de
su hija. Y cada mes que van a visitarlo. Se vuelve a repetir la misma
presentación y las mismas historias del pasado de Loraine y Joe.
Emma ama como su padre recuerda a su madre. Por eso,
el día de la madre, le dio como regalo a ella, una lista con el orden cronológico
de los recuerdos que tiene su padre de ella.
Loraine lloró con aquel regalo. Le ha costado
superar esta situación. Pero, le gusta saber que en la mente de Joe estará ella
y nadie más.
Loraine sigue enamorada de Joe y no ha querido tener
otra pareja.
Emma estudia neurología para algún día, descubrir
una posible cura para el mal de su padre.
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